lunes, 2 de noviembre de 2020

PRESENTACIÓN DEL CURSO

CURSO: 

Introducción al curso general  

     




Puedes descargar aquí la Presentación del curso ´SPAM´G2

Resuelve las siguientes preguntas:

Primera pregunta , segunda pregunta , tercera pregunta

Justificación 

    Hace más de dos mil años antes de cristo, Platón planteaba que el valor de una experiencia es al paso del tiempo, como el tamaño de un objeto es a la distancia del mismo. La intuición del sabio griego era clara: Lo que percibimos no es inmutable, ni inamovible. Nuestros juicios más inmediatos sobre lo que aparece ante nosotros, con aparente claridad e inminencia, también son juicios elaborados, y se afectan por procesos psicológicos, relacionados con el tiempo, el espacio y los momentos en que vivimos. Es así como los colores no son lo que es el mundo en sí, ni la luz y la oscuridad son constantes en la forma como nuestras mentes juzgan algo como más o menos luminoso.

     En el año 2015, investigadores como Selmer Bringsjord probaron exitosamente a robots pasando pruebas de auto consciencia en sus respuestas a preguntas capciosas hechas por los humanos; hace tan solo medio siglo, las leyes de la robótica, planteadas como ciencia ficción por Isaac Asimov, parecían improbables. Pero el estudio de las neurociencias y las funciones mentales está abriendo un nuevo capítulo de la historia humana, donde las teorías psicológicas se hacen cada vez más relevantes, para resolver los eternos misterios de nuestra naturaleza y nuestra condición humanas. Las intuiciones estaban presentes desde la antigüedad, pero nunca antes habían sido tan relevantes.





    El mundo actual pregunta con entusiasmo por las causas del comportamiento, los juicios relativos de la percepción, los errores atencionales y los fallos inevitables de la memoria humana; diseñadores de políticas públicas para los países en vía de desarrollo se preguntan qué tanto influyen sesgos psicológicos en la manera como los pobladores adoptan o no hábitos de vida saludables y prósperos económicamente; psiquiatras y médicos se preguntan sobre cómo sensaciones ilusorias influyen en estados de enfermedad de sus pacientes; educadores y pedagogos se preguntan sobre cuáles son las mejores estrategias para fomentar aprendizajes perdurables y significativos desde la infancia; neurólogos se preguntan sobre qué factores de la experiencia y del ejercicio pueden mejorar las facultades mnésicas perdidas por sus pacientes con daños cerebrales; funcionarios públicos y jueces se preguntan sobre qué mecanismos psicológicos pueden desarrollarse para que las personas superen los traumas emocionales de la violencia y el abuso. Para resolver muchas de estas inquietudes, el estudio de los procesos psicológicos básicos es todavía algo relevante, tal vez más que nunca. Pero, ninguna pregunta sigue pareciendo tan importante como la simple indagación sobre qué somos o quiénes somos realmente; mirándonos como ante un espejo cuando evidenciamos las habilidades cognitivas de otros primates, las preguntas sobre la naturaleza de nuestra consciencia y el amplio abanico de posibilidades que ofrece una mente, se abren paso, para querer responderse a sí mismas.

     Desde que Wilhem Wundt intentara estudiar la mente usando métodos experimentales, y William James tratara de entender su valor funcional; desde Skinner hasta Herbert Simon, se han intentado establecer los parámetros de medida que permitan predecir el funcionamiento de la conducta o la mente, y desde entonces, la psicología ha encontrado una serie de teorías, conceptos, hipótesis y regularidades empíricas a través de experimentos, que requieren cada vez mayor formalización y mayor divulgación, para su apropiado entendimiento. Es entonces nuestra tarea en la formación en Psicología, proveer una aproximación a los intentos y las metas de esta empresa humana, antes de grandes pensadores y científicos, y ahora, aceptada con humildad y cierto sentimiento de perentoria, por nosotros.

     Hoy en día, con una pandemia amenazando la vida como la conocemos, requerimos entender cómo los humanos usamos nuestras mentes para percibir, atender y recordar en este mundo. Más allá de las dificultades médicas y de salubridad que demuestran nuestra inmensa vulnerabilidad biológica, la sociedad en que vivimos nos exige comprender las particulares condiciones en las cuales nuestros modelos mentales y nuestras representaciones nos pueden o no, conducir a actos de altruismo, desarrollo y apoyo, unos con otros.

     Tal vez no están tan lejanos los tiempos en los cuales los aportes de la psicología para la comprensión de los procesos psicológicos sean cosa cotidiana y práctica; tal vez, sean los mismos tiempos en los cuales sepamos valorar la importancia de las teorías y de las ideas que con tanto esmero pensadores e investigadores de años anteriores lograron legarnos, esperando que supiéramos dar un contexto de entendimiento y significado a tan inmensa y apreciable labor.

    
Discutamos sobre estas realidades


Asignatura durante todo el semestre
Puedes encontrar en este enlace Contenido programático con resultados de aprendizaje 





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